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jueves, 4 de diciembre de 2014

BAYAMO: CIUDAD PATRIOTICA Y MUSICAL





Bayamo es una ciudad musical desde tiempos inmemoriales.

Por sus calles, al paso de sus habitantes, gravita ese himno al amor que es La Bayamesa, regalo para las mujeres de este entorno que ya ha rebasado, por su belleza, las fronteras locales y nacionales.

Es cierto, Bayamo es una ciudad musical cuyos sonidos nacen también de ese paso de los caballos tirando de los coches sobre el asfalto, especialmente atractivo en horas de la madrugada.

La belleza de esta ciudad también reside en ese sonido a veces quedo, a veces trepidante de las aguas del rio que dulcemente envuelve a esta comunidad que tanto amamos y defendemos.

Y es que hay sonidos que distinguen sitios emblemáticos de la Cuna de la Nacionalidad Cubana como sucede en los amaneceres y atardeceres en la Plaza de la Revolución bayamesa.

En la aurora y el crepúsculo las aves canoras entonan un concierto afinado, hermoso, que hace mover las ramas de esos árboles que son como escudos que impiden el paso de supuestos depredadores.

Allí mismo en ese lugar donde veneramos al Padre de la Patria y al autor de nuestro Himno Nacional, también los oídos reciben ese sonido de los trabajadores de servicios comunales empeñados en la limpieza.

En la plaza donde se canto por vez primera el himno patrio, siguen volando aquellas notas, aquellas voces, que luego de tres días de apasionados combates, elevaron al cielo aquella letra eterna.

A ese instante se une la bendición de la bandera cespediana en el atrio de la que es hoy nuestra Catedral San Salvador  de Bayamo-Manzanillo, en el que también hubo música no solo celestial.

También cada cuarto de hora, cada media hora, cada tres cuarto de hora y a la hora en punto, el sonido de aquellas campanas lanza al espacio el patriótico tañer que estremece el alma.

Hay mas en ese laberintico cauce que constituyen los sonidos en Bayamo, se unen a ese camino las maneras de hablar de los ciudadanos, música que dibuja palabras en el espacio.

¿Quién no se ha estremecido escuchando el sonido que emana de esos hombres y mujeres herederos de Manuel Muñoz Cedeño, artífice de la música local, patriota y estandarte imprescindible de nuestra historia?

¿Qué bayamés no ha encogido sus asombros escuchando a esa Banda de Música, orgullo sublime, extraordinario e insoslayable interpretando evocaciones locales y foráneas?

Es que Bayamo es música buena, noble, esperanzadora, salpicada por el talento de nuestros profesionales del pentagrama empeñados en diseminar la felicidad entre sus coterráneos.


 

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