El movimiento
independentista iniciado por Carlos Manuel de Céspedes en La Demajagua,
encontró pronto respaldo de la población dada las circunstancias sociales donde
la dominación española imperaba.
La gesta que el
bayamés hizo surgir aquel 10 de octubre de 1868 también calo en otros hombres,
que llegados de una tierra cercana, tenían experiencia militar y amor por la
libertad.
Para los cubanos
la República Dominicana no es punto extraño y alejado, es una tierra que aquí
se respeta y ama por todo lo que hicieron algunos de sus hijos más preclaros
por la libertad en la Isla.
Uno de esos grandes
hombres se llama Luis Jerónimo Marcano
Álvarez, nacido, al igual que Máximo Gómez Báez en Bani, quien se destaco por
su audacia, valentía e inteligencia en los campos insurrectos cubanos.
Instalado en el Datil, cerca de
Bayamo, no dudo un instante en sumarse a la lucha independentista junto a sus
hermanos Félix y Francisco, quienes dejaron su impronta al lado de los
mambises.
Alcanzo el grado de Mayor General del Ejército
Libertador, pues desde el mismo instante del alzamiento estuvo junto a Céspedes
en aquellos días aciagos y tumultuosos del 68.
Sabanas de Cabagan, Barrancas y
Bayamo, son sitios en los que su nombre ha quedado para siempre en la historia,
erigiéndolo como estratega militar y ejemplar soldado en el combate.
Y es que la solidaridad
latinoamericana y caribeña no era algo inusual en aquellos tiempos en los que
Simón Bolívar convocaba y un torrente de hombres se le sumaba en las
aspiraciones libertarias.
Con ese mismo espíritu este dominicano
blandió el machete en aquellos cruentos combates contra el colonialismo
español, escribiendo páginas de heroísmo de extraordinario valor para la nación
cubana.
A Bayamo le toco abrigar a este
inmenso dominicano que habiendo sido en su país de origen parte del ejército
español, supo ver en Cuba de qué lado estaba la justicia y se afinco en ella
con noble interés.
Esta ciudad, que tanta historia guarda
en sus estrechas calles, debajo de cada piedra y en cada raíz de sus árboles,
tiene un compromiso de honor, un compromiso permanente con este luchador
dominicano.
Luis Marcano fue el artífice de la
toma de la ciudad, preparo todo lo concerniente al asalto y sus estrategias
dieron el fruto esperado pues el 20 de octubre de 1868, luego de tres días de
combate, Bayamo fue libre.
Jamás existirán las palabras que
puedan dibujar en toda su dimensión la extraordinaria contribución de Luis
Marcano en el camino hacia la independencia de Cuba, su trayectoria lo
glorifica.
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