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Por Nicanor León Cotayo
Frente a la atroz situación de los derechos humanos en cárceles del
municipio de Miami-Dade, sus grupos ultraderechistas de origen cubano
guardan hermético silencio, mientras atacan a un destacado cantautor de
La Habana.
El viernes pasado una pandilla de enemigos de Cuba movilizó allí una
aplanadora y distribuyó martillos y piedras con la intención de hacer
trizas copias de discos del cantautor Pablo Milanés.
Lo hicieron a la vista de todos frente al coliseo American Airlines
Arena, situado en un barrio de Miami, a unas horas de llevarse a cabo un
concierto de Milanés y sus músicos en esa instalación.
Esa gira artística empezó días atrás con una presentación en
Washington D.C. y continuará en escenarios de Oakland y Nueva York,
entre otras ciudades.
Llegaron al sur de la Florida cuando circulaba un informe del
Departamento de Justicia de los Estados Unidos, que revela la existencia
de un pequeño Infierno en cárceles de Miami-Dade.
Una parte de su texto subraya el mal cuidado a la salud física y
mental de los reclusos, así como los reiterados abusos que sufren a
manos de custodios, causa de la muerte de prisioneros.
Otro de los hallazgos logrados durante tres años de indagación señala
que desde el dos mil siete se han suicidado ocho reclusos, propensos a
tal decisión y no atendidos adecuadamente.
El reporte oficial también plantea que esas cárceles no dan seguimiento a pacientes con VIH, diabetes, hipertensión ni a presos con historial de ataques de apoplejía.
Añade que las condiciones de las viejas e insalubres prisiones
muestran serios riesgos de salud a los internos, sobre todo la
principal, con 50 años de antigüedad, en el centro de Miami.
Alerta que sus sistemas para combatir incendios son inadecuados y los
carceleros no están entrenados para adoptar medidas de seguridad,
mientras que celdas de aislamiento en la clínica de la penitenciaría
están asquerosas.
Pero extrema delarecha de origen cubano de Miami guardó silencio absoluto de cara a todo eso. Tal pequeño Infierno para ella carece de importancia.
Estaba muy ocupada lanzando una aplanadora, golpeando con
martillos y piedras contra peligrosas copias de discos musicales de un
destacado cantautor cubano, como para repudiar lo sucedido.
No es algo nuevo. Ni de un primer capítulo de una acción tan
miserable como esa, si acaso la repetición de una historia que ayuda a
responder mejor la pregunta: ¿quiénes son los enemigos de Cuba?
(Tomado de Cubasí)
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