La Habana, 1 ago (PL) El presidente Raúl Castro subrayó hoy que cambiar
la mentalidad es indispensable para acometer los cambios necesarios en
el país y garantizar lo irrevocable del carácter socialista del proceso
vivido por Cuba.
Al resumir la sesión plenaria de la Asamblea Nacional del Poder Popular,
el mandatario se refirió a lo que definió como doloroso incidente
causado por errores que motivaron la destitución injusta de una
funcionaria, la cual desempeñaba su cargo con buenos resultados.
El gobernante lo presentó como un ejemplo del daño ocasionado a las
personas y a la propia Revolución por conceptos obsoletos y contrarios a
la legalidad todavía enraizados en la mentalidad de no pocos dirigentes
en todos los niveles.
La mencionada funcionaria, miembro del Partido Comunista de Cuba (PCC),
fue destituida por sus creencias religiosas y por acudir a los cultos en
la iglesia del lugar de residencia.
Raúl Castro definió la actitud de quienes la destituyeron como una
flagrante violación de los derechos ciudadanos refrendados en la
Constitución y por los propios Congresos del PCC, que garantizan el
acceso a los cargos de cualquier ciudadano sin distinción de raza o
creencias religiosas.
Si ella lo desea puede ser repuesta en su cargo y estas palabras deben
servir como un acto de reivindicación moral, subrayó Raúl Castro.
Más de una vez hemos dicho que nuestro peor enemigo no es el
imperialismo ni mucho menos sus asalariados locales, sino nuestros
propios errores y si son analizados con profundidad, se transforman en
lecciones, agregó.
El jefe de Estado apuntó que debe revisarse toda esta visión estrecha y
excluyente de manera definitiva y ajustarla a la realidad emanada de los
acuerdos del VI Congreso del Partido Comunista.
Hace muchos años que nuestra revolución superó el escenario de
confrontación con algunas de las instituciones religiosas, etapa donde
por ambas partes se cometieron errores de mayor o menor envergadura,
añadió.
Recordó las aspiraciones de los enemigos de Cuba por fomentar
enfrentamientos entre los creyentes y el proceso revolucionario, algo en
lo cual han fracasado, pues la inmensa mayoría de los cubanos humildes
con creencias religiosas apoyaron a la Revolución.
Considero necesario solo destacar que actitudes como las aquí criticadas
atentan contra nuestra principal arma para afianzar la independencia y
la soberanía nacional, o sea, la unidad de la nación, sentenció.
Tomado de Cambios en Cuba
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