Seguidores

domingo, 10 de julio de 2011

JULIA Y RAÚL TORRES: UN AMOR PARA TODOS LOS TIEMPOS.

El fuego de su pecho derritió toda la nieve de aquel candil, que envuelto por el sudor, el aroma a caña recién cortada y hermosos seres, volvió a brillar en medio de la noche.
Hay que agradecerle a la memoria esta vuelta del juglar al terruño natal, porque no ha olvidado ni soslayado cualquier ocasión para el retorno, como un guerrero ávido de otra victoria. No faltaron luces para iluminar los caminos que conducen a la plaza, por los que anduvo toda una comunidad para aplaudir al cantante amado porque la ama desde la profundidad de sus sentimientos. Fue unos conciertos para todas las edades, niños, adolescentes, jóvenes, adultos y muy adultos, quienes se hicieron un haz, para atrapar todas las metáforas que viajaron con su música. Tan amigo de la lluvia es, porque esta volvió a perseguirlo, que en Julia desean que vuelva en tiempo de sequía, para que el agua, que siempre regresa a la tierra, llegue a todos los confines de ese sitio. Las canciones se sucedieron en su voz y en la de amigos que quisieron regalarle sus inspiraciones, niños repentistas, un guantanamero con nombre grande, una joven hermosa que regaló sus versos y un dúo con los ritmos del momento. Hubo tanta luz anoche en Julia, que las luciérnagas, derrotadas, dejaron para otro momento sus afanes, envidiando, desde la lejanía, a Raúl Torres, que les arrebató el protagonismo cotidiano. Julia, amaneció hoy con los rostros felices de sus habitantes, que anoche cantaron, bailaron, aplaudieron y abrazaron a su cantante, que regresará pronto para volver a escuchar los pitazos del tren que siempre lleva en su memoria.

No hay comentarios:

Publicar un comentario