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jueves, 28 de julio de 2011

Cuba: La FNCA y sus 30 años de mentiras, conspiraciones terroristas y turbias ambiciones

PPor Percy Francisco Alvarado Godoy
29 de julio de 2011.
El parto no fue difícil. La malévola criatura nació en las
tenebrosas oficinas de la Casa Blanca, amparada en las obcecadas
ambiciones del Imperio por derrotar a la Revolución Cubana, con la
pretensión de emplearla como carta de triunfo para tal propósito.

Por ello, un grupo de miembros del gabinete presidencial, varios
recalcitrantes de la ultraderecha en el Congreso norteamericana,
acompañados en malsana euforia por un círculo reducido de
contrarrevolucionarios de origen cubano, casi todos ellos ex agentes
de la CIA y terroristas sin escrúpulos, presenciaron halagados cómo
el presidente Ronald Reagan firmó el decreto presidencial 501-C-3,
mediante el cual se daba luz verde al engendro del terror, bajo la
falsa apariencia de una organización de corte humanitario y
educativo.

Tal como lo concibieron Reagan y sus acólitos, el grupo de
mercenarios cubano americanos, enriquecidos mediante la estafa y todo
tipo de corruptelas, contó desde ese momento con soportes económicos
y políticos propios, aumentados por los fondos destinados
secretamente por Washington para ejecutar la más criminal guerra
sucia contra Cuba. Los criminales más desalmados encontrarían en su
seno un favorable caldo de cultivo para sus insaciables ambiciones de
dinero y poder. El sucio compromiso se selló el 1 de agosto de 1981.

A partir de allí, la Fundación se encargó de generar una amplia
base de apoyo y financiamiento para la ultraderecha norteamericana en
La Florida, Puerto Rico, Nueva Jersey y California. Usando su falsa
representatividad, ejecutó una permanente labor de proselitismo entre
la comunidad cubana asentada en los Estados Unidos y otros países,
condicionando la política de las administraciones siguientes con
respecto a la Isla. De traidores de oficio, pasaron a ser un
importante grupo de presión política y alabarderos de la guerra
ideológica anti cubana. Dueños absolutos de la vida política y
económica en ciudades como Miami, quien no pensara como ellos,
pagaría las consecuencias de su atrevimiento. Ésa fue su ley desde
el principio.

El exacerbado afán de protagonismo de su dirección los condujo no
solo al cabildeo, a la compra de voluntades, a las sucias componendas
y corruptelas; con su dinero financiaron y financian campañas de
congresistas como Robert Torricelli, Bob Menéndez, Connie Mack,
Helms, Burton, los hermanos Lincoln y Mario Díaz Balart, Ileana
Ros-Lehtinen, Marcos Rubio, David Rivera y muchos otros; con el dinero
sucio financiaron centenares de planes terroristas contra importantes
objetivos dentro y fuera de Cuba, financiando inicialmente a
organizaciones criminales como Alpha 66, el PUND y el CID, entre
otros, y, posteriormente, armando ellos mismos las tenebrosas
conspiraciones para asesinar a Fidel y otros dirigentes cubanos, así
como atentar contra instalaciones turísticas dentro de la Isla.

También, por supuesto, se dispusieron a fabricar una base
contrarrevolucionaria dentro de Cuba, captando traidores y mercenarios
entre personajes ambiciosos y minados por una sed incontrolable de
protagonismo, los que a cambio de dinero se dedicaron y dedican a
lanzar blasfemias y mentiras contra su propio pueblo.

De esta manera, devenidos falsamente en voceros de la comunidad
cubana en el exterior, ávidos y arrogantes, soñadores con el derecho
de gobernar en Cuba si ocurriera un cambio político en la Isla,
falsarios redomados al esgrimir inventadas violaciones de los derechos
humanos en Cuba, los jefes de la FNCA se aliaron con todo tipo de
personajillos de la política latinoamericana e internacional, cuyas
dudosas actuaciones han dejado mucho que desear, como son los casos
del ex presidente del consejo de ministros español José María
Aznar, el corrupto ex presidente argentino Carlos Menem, el ex
mandatario nicaragüense Arnoldo Alemán y otros mandatarios, a los
que compraron inescrupulosamente.

La cara oculta de la FNCA, aquella que se encargó de financiar y
organizar atentados terroristas contra Cuba a partir de su grupo
militar secreto, conocido indistintamente como Comisión Militar o
Frente Nacional Cubano, se gestó solapadamente desde sus primeros
años de existencia, comprometida con la presencia de terroristas
formados por la CIA y otras agencias norteamericanas, como fueron los
casos de Jorge Mas Canosa, Roberto Martín Pérez, Alberto Hernández,
Feliciano Foyo, Francisco José Hernández Calvo, Arnaldo Monzón y
otros. Esta cara secreta de la Fundación, su brazo armado, que un
día me tocaría penetrar y descubrir, gestó múltiples planes
terroristas en la década de los 80 y los 90 del siglo XX, los que
hallaron su máxima expresión en los atentados terroristas contra
hoteles cubanos entre 1996 y 1997. Más de una vez, también quedo
demostrada su participación en diversos intentos encaminados a
realizar un verdadero magnicidio asesinando a Fidel Castro. De ello
daba fe su alianza con terroristas de la calaña de Orlando Bosch,
Luis Posada Carriles y otros de similar clase.

De esta forma, al surgir la Fundación, la misma sirvió de brújula
y apoyo a otras organizaciones que complementaron el contexto
político de derecha predominante a partir de 1980, entre las que se
destacaron Cuba Independiente y Democrática (CID) y el Partido Unidad
Nacional Democrática (PUND), así como el grupo de “Hermanos al
Rescate”, creado en 1991 con la aparente misión de rescatar
balseros, y directamente vinculado a las labores de propaganda y
terrorismo de la ultraderecha de Miami.

CARA DE OVEJA Y GARRAS DE LOBO

Hoy por hoy, a partir de una profunda pérdida de imagen por los
escándalos internos, su papel en el secuestro del niño Elián, las
corruptelas constantes y su comprometimiento en actividades de
narcotráfico, terrorismo y trata de personas, la FNCA trata de abrir
escenarios favorables ante la opinión pública en Miami y a nivel
internacional. Cada actividad promovida en Miami por la
contrarrevolución cuenta con su apoyo y su presencia. Ejemplo de ello
lo ha sido su participación en los shows mediáticos que apenas
sacuden a La Florida, pero encuentran un gran eco mediático en la
prensa prejuiciada de Miami.

Unas veces se les ve haciendo declaraciones a favor de los
mercenarios a los que ellos mismos compran y emplean, como las Damas
de Blanco. Otras, como el pasado 24 de mayo, desfilan junto a
terroristas como Posada Carriles, José Basulto, Rodolfo Frómeta,
pidiendo el cese de una represión imaginaria en la Isla. Convocante
esta vez, Jorge Mas Santos elogió a sus mercenarias de turno con
calificativos tales como: “Las Damas de Blanco representan la
dignidad, el honor y la valentía de un pueblo que no claudica y que
sigue en su lucha por la libertad y la democracia en Cuba”.

El 28 de febrero de 2010 la FNCA se unió al Directorio Democrático
Cubano para montar otro show anticubano en ocasión del fallecimiento
de Orlando Zapata Tamayo. Con descaro, uno de sus más prominentes
terroristas, Francisco José Hernández Calvo, declaró: “Es
desafortunado y muy lamentable que luego de 50 años aún los cubanos
tengamos que estarnos inmolando para que el mundo nos oiga”.
Obviamente, Pepe Hernández no se refería a las decenas de muertos
inocentes cuyas vidas cegaron los ataques terroristas que su
organización financió o ejecutó en más de una oportunidad.

La FNCA, sin embargo, no escapa fácilmente al enjuiciamiento
público por las balandronadas que realizan sus directivos. El pasado
7 de marzo de 2010 el periódico mejicano Excélsior denunció su
participación, en complicidad con funcionarios corruptos del
Instituto Nacional de Migración (INM) y de la Procuraduría General
de la República (PGR), en Yucatán y Quintana Roo, así como el
cartel de los Zetas, en el tráfico de personas hacia Estados Unidos.
Se ha comprobado que cerca de 2.500 cubanos al año, son trasladados
vía México, previo a escalas en Costa Rica, Belice, Honduras y
Guatemala, países en donde se les provee de pasaportes falsos. Los
documentos oficiales que evidencian el papel de la FNCA en el tráfico
de personas son identificados por las autoridades mexicanas con los
informes o documentos denominados PGR/UEDO/056/98, SCGP/CGI/008/97,
4444/07 y PGR/SIEDO/UEITMIO/031/08.

De acuerdo con estas notificaciones de las autoridades están
involucrados altos directivos de la FNCA como Jorge Mas Santos y
Francisco José Hernández Calvo, al igual que el enlace directo con
la FNCA, Manuel Chalé Martínez (actualmente detenido), a John
Alberto García Núñez, Alberto García Núñez, a Julio Rafael Mesa
Fariñas, a Alejandro Castro Pérez y Juan Carlos Riveroll, algunos de
los cuales fungen como jefes de la banda Los Marielitos.

Los acompañan en estos delitos el ex comandante de la extinta
Secretaría de Seguridad Pública de Yucatán, Daniel Carillo
Espinosa, conocido como El Puma; otros funcionarios corruptos como
Javier Medina Torres, Lázaro Pérez Maldonado, Enrique Saavedra Rayo,
Prisciliano Luján Ortega, ex director de la Policía Judicial del
estado; Ignacio Cocom Pat, ex director del Departamento de Homicidios;
Fernando Cevallos García, El Marinero; Ruiz Lizárraga, El Payaso;
Manuel Basto, El Falopio.

También a Alfonso Falcón Vallado, Alejandro Sánchez, El Ravel, ex
miembro de la extinta Policía Judicial Federal. De la misma manera se
sindica a Alexis Cruz Hernández, Eliecer Rivero Cárdenas y Rolando
Francisco Cavanson, propietario de un yate, de origen cubano y
residente en Miami; José Luis Sánchez, dueño de un barco en Puerto
Juárez, Quintana Roo, Ariel Rodríguez Betancourt, El Padrino, con
domicilio en Nuevo León; Omar Corrales Batista, El Hierro; Alejandro
Armas Blanco y Clemente Jesús Ortega Luzardo. Junto a ellos se
encuentran los miembros de los Zetas conocidos como Iván Velázquez
Caballero, El Talibán, y a su hermano Roel Velázquez Caballero, El
Rolly. Otros grupos de sicarios involucrados son Los Pelones, Los
Talibanes, miembros del cartel de Sinaloa, así como Los Güeritos,
Los Negros y los Contras.

Otra acusación que pesa sobre la FNCA es la del tráfico de
cocaína, operación que era dirigida directamente por el propio Jorge
Mas Canosa, conocido entre narcotraficantes como “El Hombre”, y
que involucró a Julio Varona, alias “El Bombero” y a otros
miembros de la Fundación. A fuer de mafiosos, muchas veces tuvieron
problemas con los abastecedores colombianos por pagarles la mercancía
con dinero falso, ocasión en la que el propio Chairman Mas Canosa
tuvo que componer los desaguisados.

Las propias denuncias públicas realizadas por mí, Percy Francisco
Alvarado Godoy, conocido como el agente Fraile de la Seguridad del
Estado cubano y para la FNCA como su agente 44, luego de una profunda
penetración de la misma, así como el escándalo protagonizado por el
ex directivo de la Fundación Nacional Cubano Americana, José Antonio
“Toñín” Llama, al acusar a varios de sus cúmbilas de esa
tenebrosa organización de haberlo estafado y arrojarlo a la ruina
económica, pusieron sobre el tapete nuevamente la condición de esta
organización como agrupación terrorista.

Toñín, por su parte, abrió la caja de Pandora al denunciar por
estafa a los altos directivos de la FNCA de haberlo estafado,
vinculándolos a diversos planes extremistas contra Cuba, entre los
que se destacaban atentados contra Fidel Castro y otros dirigentes de
la Revolución; la voladura de hoteles, termoeléctricas, refinerías,
hospitales y otros objetivos sensibles de la vida nacional cubana;
así como agresiones por medio de explosivos contra aeronaves y
oficinas diplomáticas y representaciones de Cuba en el exterior. Este
macabro y secreto complot, a través del cual se desarrollarían sus
planes terroristas contra Cuba, fue organizado a partir de la
creación de un brazo militar armado por directivos de la FNCA. No
escapó nadie a su acusación, recayendo la mayor relevancia en Jorge
Mas Canosa, Francisco José Hernández Calvo, Arnaldo Monzón
Plasencia, Luis Zúñiga Rey, Horacio Salvador García y otros
directivos de la FNCA.

Fue la misma Fundación Nacional Cubano Americana la que, según
denunció mi colega José Luis Méndez Méndez, intentó usar a René
Silva, un ex dirigente de la FNCA, como Caballo de Troya, para
infíltralo dentro del jurado en el amañado juicio celebrado contra
los Cinco antiterroristas cubanos, iniciado en noviembre del año
2000, con vistas a “influir y promover un veredicto contrario a los
acusados”. Muchos artilugios y conspiraciones, presiones de todo
tipo, empleó la FNCA para viciar el trabajo del jurado, en otra
prueba de su criminal manera de actuar.

ARTIFICES DEL CINISMO

El cinismo y la hipocresía son dones de los que hacen gala
permanentemente los altos jefes de la FNCA. Por ello, las frases
manidas que usan para desmarcarse de la violencia son creíbles para
pocos. No es la primera vez, si se recuerda su Llamamiento cuando
explotaban las bombas en instalaciones turísticas, que hacen uso de
este falsario y repugnante comportamiento. No hace mucho usaron este
mismo argumento en uno de sus documentos: “La FNCA reafirma que las
acciones de los hombres y mujeres de esta institución han sido
siempre el de servir con todo el corazón al pueblo cubano y trabajar
arduamente por su libertad. La FNCA está comprometida con una
transición pacífica y no violenta hacia la democracia en Cuba.”

Recordaré unos pasajes de uno de mis trabajos de denuncia, los
cuales servirán para evidenciar mi papel como testigo de su falsedad
al declararse afines a la no violencia: “Parecen haberse olvidado
estos señores que, en noviembre de 1993, y apenas unos meses de
fundado este grupo paramilitar secreto de la FNCA, fue el propio Luis
Zúñiga Rey quien puso en mi conocimiento la existencia del mismo, al
que autodenominó Frente Nacional Cubano. En ese entonces se iniciaba
mi trabajo de penetración al brazo armado de la FNCA como agente de
la Seguridad Cubana. Sin ambigüedades, Zúñiga me reclutó como
agente terrorista de la Fundación para ejecutar acciones violentas
contra Cuba, explicándome que pasaría a trabajar con un grupo de
directivos de esta organización implicados en desarrollar acciones
violentas contra el gobierno cubano. A partir de ese momento pasaría
a ser el agente 44 del grupo militar secreto de la Fundación.”

“Tiempo después, y durante los meses subsiguientes, iría
informando a la Seguridad Cubana de diferentes planes de atentado
contra instalaciones de la vida económica, política y social
cubanas. De la misma manera, iría conociendo a personajes de la
calaña de Pepe Hernández, Alfredo Domingo Otero, Arnaldo Monzón
Plasencia, Horacio García, Luis Posada carriles, Gaspar Jiménez
Escobedo y el propio Zúñiga Rey, Todos ellos me dirigieron y me
encargaron la realización de acciones violentas contra objetivos
económicos y políticos cubanos, me abastecieron de medios para
ejecutar estas criminales acciones, así como me orientaron a la
búsqueda de información sobre los sistemas de protección de
termoeléctricas, refinerías, presas y micro presas, hospitales,
oficinas gubernamentales y otros objetivos.”

“Para nadie resulta extraño hoy que este grupo terrorista
integrado por directivos de la FNCA intentó utilizar los diez aviones
ultralivianos con control remoto, a los que se refiere José Antonio
Llama, para volar diversas instalaciones cubanas de importante valor
estratégico. Durante los meses de febrero de 1994 hasta el año 1996,
fui orientado por Pepe Hernández, Alfredo Domingo Otero, Arnaldo
Monzón Plasencia y Horacio Salvador García, todos miembros y
dirigentes de la FNCA, para realizar marcajes con diversos aparatos
GPS en la zona portuaria de Matanzas, entre cuyos objetivos se
encontraban la termoeléctrica “Antonio Guiteras”, la Terminal de
Azúcar a Granel y la Base de Super tanqueros.

Estos marcajes por el sistema de Posicionamiento Global se realizaron
en otras instalaciones del país, entre las que se encontraban la
termoeléctrica y la refinería de Cienfuegos; la termoeléctrica de
Santa Cruz del Norte; la refinería de Mariel y la fábrica de cemento
“René Arcay de esa ciudad; la termoeléctrica de Tallapiedra, la
Refinería “Ñico López”, la sede del Comité Central del Partido
Comunista de Cuba, la sede del Ministerio del Interior, las
instalaciones de “Villa Marista”, el Hospital CIMEQ, el Palacio de
Convenciones, una supuesta casa de Fidel en la Zona de Siboney y la
Cínica Internacional “Cira García”, todas en Ciudad de la
Habana.”

“En uno de mis encuentros con Pepe Hernández, Presidente de la
Fundación, éste me sugirió realizar estudios para atacar mediante
una embarcación, o empleando hombres rana, la termoeléctrica
“Antonio Guiteras” de Matanzas, uno de sus más obcecados
objetivos. Una de las siete embarcaciones que pretendía adquirir la
FNCA para ejecutar acciones terroristas en la Isla, se emplearía para
esos fines.”

“En la segunda decena de diciembre de 1993 se me abastecería por
alta mar, en la zona norte de Ciudad de la Habana, específicamente
entre Santa Fe y Jaimanitas, con diferentes medios explosivos e
incendiarios, armas, dinero y propaganda, para ejecutar la voladura de
cuatro instalaciones turísticas de la Capital y Varadero, así como
la quema de varios cines y teatros de Ciudad de la Habana. Tal acción
se efectuaría el 23 de diciembre de ese mismo año. No me cabe duda
hoy que dichas acciones fueron planificadas por el grupo de directivos
de la FNCA de los que se aparta hoy, resentido y estafado,
“Toñín” Llama.”

“En noviembre de 1994 me fueron entregados en Ciudad Guatemala
cerca de 900 gramos de explosivo plástico C-4 por Luis Posada
Carriles y Gaspar Jiménez Escobedo, quienes me entrenaron en su
empleo, para la realizar la voladura del Cabaret Tropicana, de Ciudad
de la Habana. Estos explosivos, así como los empleados en las
ulteriores acciones contra instalaciones turísticas del país en la
década del 90, fueron adquiridos con dinero de la FNCA.”

Son estos mismos cínicos terroristas los que el pasado 18 de julio
denunciaron una supuesta brutalidad del gobierno contra su fabricada e
irrepresentativa oposición mercenaria. Según la FNCA: “Turbas al
servicio del régimen castrista protagonizaron una salvaje agresión
contra una veintena de Damas de Blanco. La agresión tuvo
características peculiarmente feroces, con el resultado de varias
activistas con heridas de consideración”. En más de una
oportunidad Cuba ha demostrado este tipo de falacias que sirven para
calumniar y denigrar a nuestra Revolución mediante denuncias
fabricadas, atropellos inventados y falsos hostigamientos.

CAMPAÑA PARA FABRICAR MERCENARIOS

El pasado 8 Junio 2011, la FNCA lanzó un programa para reclutar a su
diezmada tropa de mercenarios dentro de la Isla, denominado “Adopte
un disidente”, mediante la promesa de dinero y apoyo para emigrar
hacia los Estados Unidos. Esta nueva maniobra se suma a la deteriorada
e ineficaz Fundación para los Derechos Humanos en Cuba (FDHC),
mediante la cual tratan de estigmatizar a Cuba en foros como la
Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas y el Foro Mundial de
la Sociedad Civil, ambos con sede en Ginebra, Suiza. De tal manera, la
nueva campaña, supuestamente para ayudar a sus servidores dentro de
la Isla, sirve igualmente para estafar a los incautos que todavía
creen en su buena fe, ya que gran parte del dinero se queda en Miami.

SOBREVIVIR CON LA HIPOCRESIA

El 14 de enero pasado la FNCA lanzó un comunicado que la desmarca
aparentemente de las posiciones más reaccionarias en Miami, pero que,
a todas luces, es parte de su rejuego político de mejoramiento de
imagen y ganar para sí una mayor aceptación de la comunidad cubano
americana. La suspicaz jugarreta consiste en apoyar las nuevas y
tímidas medidas de flexibilización de la política hacia Cuba,
promovidas por Obama. En la declaración, expresan: “La Fundación
Nacional Cubano Americana (FNCA) ve con beneplácito las medidas de
política hacia Cuba anunciadas hoy por la administración del
Presidente Obama, puesto que constituyen un paso hacia delante en el
incremento del contacto personal con los cubanos en la isla.

Estas medidas concuerdan con las recomendaciones que la FNCA
presentó al Presidente Obama al principio de su presidencia e
incluyen la introducción de nuevos puntos de partida en los Estados
Unidos para viajes no turísticos a Cuba y la expansión de
oportunidades de intercambio con el pueblo de Cuba para grupos
religiosos y académicos. Además, las nuevas regulaciones permiten el
envío de remesas con fines humanitarios y económicos de hasta $500
cada tres meses a cualquier persona dentro de Cuba, excepto miembros
del Partido Comunista.”

Fue el propio terrorista Pepe Hernández quien aclaró esta posición
con la misma retórica de cinismo que le acostumbra: "Creemos que
estas medidas promueven tanto los intereses de los Estados Unidos como
los del pueblo de Cuba. El incremento de la capacidad de enviar
remesas, en combinación con un aumento en el contacto y la
comunicación con aquellos en la isla, ayudará a cortar las cadenas
de dependencia que el régimen castrista ha usado para oprimir a los
que viven en Cuba.” (…) “Y una ampliación de los viajes no
turísticos fomentará lazos fraternales a nivel de pueblo que los que
ejercen el poder en la Cuba totalitaria encontrarán difícil
controlar. Como tal, concuerda con las exigencias democráticas que
están surgiendo de la sociedad civil independiente”.

CONCLUSIONES

Treinta años no es nada hubiera declarado cualquier persona que
tuviera el privilegio de vivir con total plenitud. Sin embargo,
nuestro pueblo ha padecido sobremanera los ataques terroristas de este
engendro del Imperio, el cual ha sembrado de luto y dolor a nuestros
hogares, por lo que no confía ni confiará en sus “buenos”
propósitos.

Sus difamaciones en torno a una supuesta discriminación de género y
de raza, emitidas el 21 de abril de este año con respecto a los
nuevos miembros del CC del Partido Comunista de Cuba, son una mentira
y tienden ilusamente a confundir a los que quieren dejarse confundir.
Lo mismo ocurre con respecto a una supuesta militarización de nuestro
país.

Todavía sueñan con imposibles cuando promovieron el pasado 5 de
mayo, junto a la Asociación de Ingenieros Cubanos y la Asociación
Cubanoamericana de Ingenieros Civiles, un seminario denominado
“Asesoramiento Infraestructural para una Transición en Cuba”,
nada menos que en la Casa Bacardí de la Universidad de Miami. Allí,
acomodados en sus puestos de irrisorios procónsules se dedicarán a
analizar la enfebrecida alucinación del Endowment for Cuban American
Studies, de la Fundación Jorge Mas Canosa por la Libertad, sobre un
infundado cambio en Cuba.

La FNCA no ha aprendido las lecciones de la historia tras treinta
años de derrota tras derrota. Una gran parte de sus fracasos es
responsabilidad de nuestro pueblo, la otra es parte de sus ilusas
pretensiones. No tiene, pues nada de qué vanagloriarse. Si de algo
podrán congraciarse es de su propio infortunio y de ver sus sueños y
ambiciones escaparse en las cloacas ignominiosas de su propia
vergüenza.

*Marcos Jesús Concepción Albala… (Trinidad/Casilda, SS, 1947)…
Cuba… Reside en Miami, Florida, Estados Unidos… Licenciado en
Gestión Comercial Internacional… Director de la Agencia de
Contrainformación ArgosIs-Internacional en la Red:
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