Seguidores

sábado, 25 de septiembre de 2010

NO PODEMOS OLVIDAR

Ahora que sabemos que no ha parado la noria del crimen. Ahora que sabemos que los buitres quieren mas sangre, no puede olvidarse a los cubanos, aquellos tristes momentos de mil 981.


Fue esa una etapa en la que el odio hizo diana en lo más tierno de la sociedad que erigimos.

Cuánta ira convertida en llanto recorrió la Isla en esos momentos tristes, en los que un médico no pudo evitar el fallecimiento de un niño?

Por qué un pueblo tuvo que pagar con la vida de más de cien niños su derecho a ver el sol desde la altura de la libertad?

Por qué se ensañó con tanta gente de esta orilla ese imperio que permitió tal atrocidad, cuyos responsables no han pagado ni con un minuto de cárcel tal alevosía y premeditación?

En estos días vuelven a la mente aquellas imágenes estremecedoras provocadas por el virus del dengue que arrancó, como en una guerra, arrancó la vida de más de centenar y medio de cubanos.

El dolor no ha desaparecido. No puede desaparecer porque un crimen es inolvidable, aún cuando quien lo cometa purgue una condena.

Entonces, al saber que los autores de decenas de asesinatos de cubanos por el terrorismo proveniente de Miami, están libres, el dolor se incrementa, lacera almas y espíritus pero no doblega.

Los criminales que hace casi tres décadas enlutaron a la familia cubana, al pueblo cubano, no han cesado en su afán de crear más dolor a esta Isla y preparan más actos violentos por el delito de sostener la bandera cubana en el sitial de la dignidad y los principios.

Esos preceptos presiden nuestros actos, conmueven, pero no debilitan, se erigen en fortaleza pues son como el abono que hace germinar la semilla que el sol ilumina para que sigamos el camino elegido contra viento y marea.

Autor> David Rodríguez Rodríguez

No hay comentarios:

Publicar un comentario