VERÓNICA: ILUMINADA POR LA LUZ DE SU CIUDAD.

Escuchar una voz hermosa interpretando buena poesía, que siempre estremece, se convierte en un bálsamo para el alma y el espíritu de quienes tienen la ocasión de disfrutarla.
Y el regocijo aumenta cuando esa voz nació bajo el influjo y los misterios de una ciudad que se vanagloria de tener, desde su fundación, la convivencia del rio que la baña y le ofrece una compañía que la enaltece.
Mujeres que cantan, y lo hacen bien, siempre han existido en Bayamo, las que, a la par los intérpretes masculinos, se han ganado el aplauso del público como la más modesta retribución por la labor que desempeñan.
No olvidemos a aquellas doce mujeres que cantaron nuestro Himno Nacional en el atrio de la iglesia católica de Bayamo, inscriptas para siempre en la trayectoria histórica de la Ciudad Monumento Nacional.
Es que la música engendrada en Bayamo siempre ha contado con la voz de mujeres que la han dignificado haciendo más hermosos los textos que cobran vida cantándole a la vida, el amor, a la esperanza y al amanecer.
En la primera edición de la Fiesta del Aliñao la cantante bayamesa Verónica Cruz, encabezó uno de los proyectos presentados en la Casa de la Trova de la ciudad.
La presentación de ella llamó la atención de los que concurrieron al recinto pues su manera de cantar, las bellas canciones que interpretó tenían algo raro pero enriquecedor para la audiencia.
Cuando Verónica se presentó en ese sitio ya vivía en la capital del país y se esfuerza, desde entonces. por alcanzar un lugar en el difícil mundo de la música y más en una ciudad tan cosmopolita como La Habana.
Ha sorteado momentos complicados y atravesado por ese bosque del asfalto siempre acompañada de su guitarra y de sus musas que se mantienen frescas pues nacieron a la vera de aquel rio del inicio.
Verónica Cruz, esa cantante bayamesa aun no ha logrado obtener el lugar que se merece por sus dotes interpretativas y por esa manera de componer canciones de tan buen gusto.
Tener la oportunidad de escucharla con un grupo musical o sencillamente con su guitarra es un momento de inigualable placer ese que solo la música puede generar como herramienta para el mejoramiento humano.
Le auguramos a Verónica éxitos en su andar en el mundo de la música para que nos insufle todo el caudal que nace de su guitarra y exigirle, dulcemente, que cuando pueda nos visite y nos regale sus musas.

La imagen puede contener: Verónica Cruz, sentada