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domingo, 26 de junio de 2011

EL CASO CERVANTES

Por Rafael Carela Ramos

Desde  hace varios días, algunos medios de difusión extranjeros han venido  publicando infundios acerca del caso de Jorge Cervantes, cubano de 43  años de edad, preso  por cometer un delito común,  y actualmente en  estado de inanición prolongado.

Este individuo, natural del  municipio de Contramaestre, en la provincia de Santiago de Cuba,  se  encontraba en libertad condicional, estatus que le fue revocado por  cometer el delito de tentativa de
violación de una mujer, según nos  informaron las autoridades correspondientes.

De vuelta a la  prisión, Cervantes se declaró en ayuno voluntario, situación en la que  permaneció durante 12
días. Como medida preventiva, y velando por su  estado de salud, se le  remitió al hospital provincial Saturnino Lora,  en donde permanece en estos momentos.

De acuerdo a lo manifestado  por el Dr. Reynaldo Méndez, especialista de la Unidad de Cuidados  Intermedios de ese centro, que lo atendió inicialmente, aunque el  detenido continuaba rechazando
alimentarse, hasta el domingo 12 de junio  aceptó ser examinado y  recibir sueros en venas periféricas.

A  partir de  entonces se ha negado no sólo a alimentarse, sino a ser  examinado, a que se le  comprueben los signos vitales  y, desde luego, a  ser sometido a tratamiento alguno.

Esta semana, ante el deterioro  físico que empieza a experimentar, luego de 25 días de inanición,  Cervantes fue remitido a la  Unidad  de Cuidados Intensivos del  Hospital. Como manifiesta la   Dr. Alina Rodríguez Cardero, médico  especialista en Anestesiología y Reanimación, y diplomada en  Cuidados  Intensivos y Emergentes, que lo atiende actualmente, allí contamos  con  todos los recursos necesarios para
atenderlo, tiene un cubículo para  él, y una enfermera permanentemente.

Pese a que se le ha  explicado  el peligro que corre para su vida  y  los futuros  padecimientos que su actitud que puede significar -añade-, escucha las  explicaciones, pero continúa negándose a ser alimentado, a dejarse  examinar, ni a ser tratado por los médicos, incluso a pedido de su  madre, y nosotros respetamos esa decisión del paciente, por lo tanto,  sólo la observación en el orden clínico, es lo que nos permite hacer
una  vigilancia y seguimiento de este paciente

Inquirimos con la  Lic. Yanet Silva Albear, psicóloga de los Servicios Intermedios e  Intensivos del Saturnino Lara, su opinión acerca de la conducta del  recluso.Este es un paciente que ha mantenido rígido en su conducta,  negándose a la comunicación verbal, cuando lo hace es con monosílabos, y a la asistencia médica. Esto nos da la medida de que estamos en  presencia de un caso de trastorno de la personalidad. Es un paciente que no tiene estructurada ni definida la motivación que lo lleva a realizar  lo que hace.

Esta situación ha sido manipulada por autonombrados  ?dirigentes? de los llamados ?opositores?, que
valiéndose de individuos  que se prestan para eso, han armado desórdenes públicos en áreas del  hospital, lo que ha provocado la respuesta de los trabajadores de allí y  la población cercana al lugar, que han actuado defendiendo el centro  hospitalario  y los valores patrios.

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