Por Andrés Gómez
Indiscutible es el triunfo que la campaña a favor de la libertad inmediata de nuestros Cinco hermanos: Gerardo, Ramón, Antonio, Fernando y René ha obtenido a raíz de que en Miami las organizaciones de la emigración cubana que en esta ciudad integran la Alianza Martiana lograran poner en una valla un letrero exigiendo su libertad.
La idea de un letrero en una valla comercial exigiendo la libertad de los Cinco primeramente fue del Comité Nacional de EE.UU. a Favor de la Libertad de los Cinco, el cual logró colocar uno en una valla en la ciudad de Los Ángeles por un mes hace unos años.
A la Alianza Martiana le atraía enormemente la posibilidad de lograr lo mismo aquí en Miami. Pero pensábamos que sería imposible que lo lográramos. Fundamentalmente por la censura impuesta en esta ciudad por la extrema derecha. Otro factor era el precio que costaría la valla; la de Los Ángeles costó $12,000 dólares por un mes, el tiempo mínimo que se exige para el alquiler de una de esas vallas comerciales.
Pero nos iluminamos y nos dimos cuenta que no hay peor gestión que la que no se hace. Y el milagro comenzó a gestarse. El precio del alquiler por un mes de la valla por nosotros escogido entre las disponibles a mediado de enero era muy razonable, $1,500 dólares. Se recaudó entre nuestras organizaciones. El letrero en la valla medía 6 metros verticalmente por 12 metros horizontalmente.
Entonces lo que siguió fue entregar el arte con el diseño del letrero a la compañía dueña de la valla y forzarnos a imaginar que vivíamos en una ciudad donde existe el derecho a la libertad de expresión… y esperar. Supongo que los encargados en esa compañía al aprobar el letrero también fantasearon que vivían en una ciudad en la cual el derecho a la libertad de expresión estaba garantizado porla Constitución federal de este país. A fin de cuentas lo que éste exigía es que se hiciera justicia.
El pasado martes, 11 de enero, como a las 9 de la mañana el milagro se hizo realidad: el letrero exigiendo la libertad de los Cinco estaba puesto en la valla, la cual se encuentra localizada en un céntrico lugar de esta ciudad. ¡Aleluya!
Había que apurarse para tomar fotos y videos para dar testimonio del milagro: las furias de la contrarrevolución no demorarían en saberlo y en que tomaran represalia. Y así éstas hicieron: en 24 horas el letrero en la valla exigiendo justicia a los Cinco vino abajo. Intimidaron a la compañía dueña de la valla, y ésta cuidando por sus negocios inmediatamente claudicó.
Y empezó el efecto del letrero de los Cinco en la valla: al Gerardo Hernández enterarse de que habían quitado la valla dijo: “Yo lo sabía…¿si una simple forma de libertad de expresión no pudo durar más de un día, cómo iba a ser posible para nosotros recibir un juicio justo en Miami”?
¡Ah!, pero pírrico resulta el logro de la extrema derecha cubano americana en Miami en quitar el letrero exigiendo la libertad de los Cinco.
Una vez puesto el letrero en la valla esa extrema derecha tenía todas las de perder.
Pierde, ante sí misma, si la dejaba puesta por ir contra su propia despótica y prepotente naturaleza. Sobre todo porque coincidió la puesta de la valla con el juicio que se le sigue al monstruo de Luis Posada Carriles, uno de sus héroes, en El Paso. Juicio espurio, pero para esos terroristas es inconcebible que uno de ellos tenga que someterse a un juicio cuando siempre han sido inmune a los dictados de la ley y la moral.
Entonces lo que siguió fue entregar el arte con el diseño del letrero a la compañía dueña de la valla y forzarnos a imaginar que vivíamos en una ciudad donde existe el derecho a la libertad de expresión… y esperar. Supongo que los encargados en esa compañía al aprobar el letrero también fantasearon que vivían en una ciudad en la cual el derecho a la libertad de expresión estaba garantizado por
El pasado martes, 11 de enero, como a las 9 de la mañana el milagro se hizo realidad: el letrero exigiendo la libertad de los Cinco estaba puesto en la valla, la cual se encuentra localizada en un céntrico lugar de esta ciudad. ¡Aleluya!
Había que apurarse para tomar fotos y videos para dar testimonio del milagro: las furias de la contrarrevolución no demorarían en saberlo y en que tomaran represalia. Y así éstas hicieron: en 24 horas el letrero en la valla exigiendo justicia a los Cinco vino abajo. Intimidaron a la compañía dueña de la valla, y ésta cuidando por sus negocios inmediatamente claudicó.
Y empezó el efecto del letrero de los Cinco en la valla: al Gerardo Hernández enterarse de que habían quitado la valla dijo: “Yo lo sabía…¿si una simple forma de libertad de expresión no pudo durar más de un día, cómo iba a ser posible para nosotros recibir un juicio justo en Miami”?
¡Ah!, pero pírrico resulta el logro de la extrema derecha cubano americana en Miami en quitar el letrero exigiendo la libertad de los Cinco.
Una vez puesto el letrero en la valla esa extrema derecha tenía todas las de perder.
Pierde, ante sí misma, si la dejaba puesta por ir contra su propia despótica y prepotente naturaleza. Sobre todo porque coincidió la puesta de la valla con el juicio que se le sigue al monstruo de Luis Posada Carriles, uno de sus héroes, en El Paso. Juicio espurio, pero para esos terroristas es inconcebible que uno de ellos tenga que someterse a un juicio cuando siempre han sido inmune a los dictados de la ley y la moral.
Pierde esa extrema derecha por quitar la valla exigiendo la libertad de los Cinco porque su acción reafirma para todos ver su proceder intolerante y anti democrático. Sirve en bandeja de plata a nosotros aquí en Miami y al movimiento mundial en defensa de los Cinco, con una fundamental prueba más de lo que políticamente Miami es. Pierde, asimismo, por el ejemplo que sienta el haber puesto la valla los que en Miami apoyamos la libertad de los Cinco, porque fortalece la determinación del resto del movimiento mundial a favor de los Cinco, y nos sirve a todos de combustible para continuar y profundizar la labor común.
Además, muy importantemente, por el interés suscitado en la prensa miamense con la puesta del letrero exigiendo la libertad de los Cinco en esa valla y, después, con la intimidación que ejercieron sectores de la extrema derecha cubano americana que forzaron a que se quitara la valla en 24 horas, se logró derrumbar la censura sobre el caso de los Cinco y sobre las acciones que se realizan aquí en Miami a su favor, que esa misma prensa miamense ha por años mantenido. Por varios días en Miami esta noticia y la imagen de la valla fueron ampliamente divulgadas en los más importantes medios de prensa. Así perdió también esa extrema derecha engendradora de terroristas.
Feliz idea que nos ha proporcionado mucho que ganar y nada que perder.
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