En el comentario anterior decía que utilizar a un borracho como un supuesto “”super-opositor”” de la Revolución Cubana constituía un acto de desesperación de aquellos que desean reimplantar el capitalismo en la Isla.
En la historia de las revoluciones, desde la francesa hasta la bolivariana, jamás se vio a un alcohólico ocupar tantos espacios en los medios de comunicación de los poderosos y solo por decir que quería “”jama”” no para el pueblo que por supuesto no representa, sino para sí mismo.
Ese hecho por esencia, desvaloriza cualquier intento de los que auparon a Pánfilo a decir tales cosas delante de una cámara de televisión, algo que ha sido de una complacencia extraordinaria, especialmente en el feudo de la contrarrevolución cubana asentado en Miami.
Pero dejemos a Pánfilo, quien debe estar esperando otra invitación basada en los tragos del buen ron cubano y cuyas palabras, luego de bajar tres tablas en la linea de flotación, alegren un poco a los terroristas radiales y televisivos de la capital de la República Bananera.
En estos tiempos en los que las distancias no existen gracias a la Internet, hay una mujer cubana, que desde su laptop, pretende cambiar la historia de mi patria, escrita con el sacrificio de su pueblo desde los memorables acontecimientos de La Demajagua, aquel 10 de Octubre de 1868.
Ella, “”una mujer innombrable”” escribe con el patrón que le dictan los que pagan su traición, sí porque se constituye en traidor, aquel o aquella, que caminando en contra de la voluntad de la inmensa mayoría de los cubanos que apoyan el sistema en la Isla, se suma a los que desean destruir no solo la historia, sino la cultura nacional.
Y cuando digo que le pagan, es porque no es incierto que le llegan suficientes remuneramientos para vivir una vida cómoda, tranquila y segura en este país, donde la mal llamada oposición se empeña en recibir una bofetada por parte de las autoridades policiales para sobredimensionarla a niveles inimaginables.
Pero ella, en su peregrinar infame por la senda de la traición, se afane en ignorar la verdad que la rodea, mas bien la descalifica, porque no llega el santo día en que le den la paliza que se ha prometido recibir, aunque nadie en este país de la vergüenza y la dignidad tenga el más mínimo interés en dársela.
La ‘’innombrable””, que sale todos los días de su bien abastecido hogar, gracias a la velocidad de PRISA, dice que aquí todo es tétrico, oscuro, algo así como la antesala del infierno que Dante nos describió. Pero no tiene ojos para ver la realidad, y mucho menos tiene el valor de reconocer, por lo menos, una de las tantas bondades de la Revolución Cubana.
Confieso que cuando leí aquello de los “”cuchillos largos””, creí que estaba hablando de otro país, en el que si ella viviera, ya le hubieran cortado la yugular. O es que la “”innombrable”” ha olvidado la osadía de Oscar Arnulfo Romero?. Lo asesinaron porque hablaba en nombre de Dios.
Ella, la “”innombrable’’, habla de desesperación entre los cubanos por el futuro incierto que nos depara el proceso revolucionario cubano, mientras un vecino mío lleva cuatro años recibiendo los servicios de hemodiálisis en el Hospital Universitario Carlos Manuel de Céspedes de Bayamo, en espera del trasplante de riñón.
Ese vecino, cada dos días, sube a un taxi de colores negro y amarillo, llega al hospital, recibe la atención que requiere, mientras el auto espera en el parqueo, lo retorna a la casa y no le cuesta ¡!! ni un centavo!!.
El asunto es que el ejemplo de ese vecino se multiplica por miles en todo el país, no siendo obstáculo que el paciente viva en la zona montañosa o en los llanos inmensos de la Isla.
Eso no lo sabe “”esa mujer innombrable””?
Sabe ella o no que en este país los niños duermen en sus casas y no en la calle?
Sabe ella, “”la innombrable””, que en este país, donde al parecer nació por equivocación, no se tortura a ninguno de los mercenarios que cumplen sanciones por servir a una potencia extranjera?
Sabe ella que en las zonas más recónditas de esta nación, hay un médico dispuesto a atender a sus pacientes, aún en lo más alto de las montañas?
Sabe ella que en Cuba los ancianos reciben atenciones especializadas para atenderles sus problemas de salud?
Sabe ella que en Cuba la biotecnología tiene avances extraordinarios que se comparten con otras naciones?.
Sabe ello lo que la libertad?
Ella sabe todo eso, lo conoce, lo disfruta como ciudadana, no es agredida. Eso que dijo es una total y desmesurada mentira.
Un país que tuvo a su alcance a Luis Posada Carrilles en Panamá, que pudo hacerle daño a ese asesino, no lo hizo por su esencia humanista y su inmensa ética, no va a gastar una caloría poniéndole una rodilla en el pecho a ella para que no respire.
Solo una persona como ella, que ha vendido su alma y su pluma a los enemigos históricos de Cuba, puede vivir en esta Isla sin ver absolutamente algo positivo. Bien podría valerse de los servicios oftalmológicos de nuestro país para mejorar su visión, aunque hay “”ciegos’’ que no quieren ver y traidoras Y traidores que lo serán siempre.
Para felicidad de nosotros, cubanos que no le vemos solo las manchas al sol, en esta Isla de la Libertad, hay cientos de miles de mujeres que no necesitan de espejuelos en el alma para ver los amaneceres de una nación cuyo pueblo sostiene un proyecto social y político que lo ha engrandecido.
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