Quizás la palabra terremoto sea la mas adecuada para definir el hecho.
El epicentro, la causa, el origen del estremecimiento con la mayor fuerza posible de registrar, tiene un nombre, que probablemente no sea necesario mencionar, pero será mencionado.
La pelota salió disparada en busca del sol que se había escondido. El aire se iba cortando en mil pedazos hasta que la esférica se alojó en las ramas de árboles de ramas muy verdes.
Qué fuerza la de este Espartaco de Bronce!!!!
Qué velocidad la de sus brazos!!!
Qué manera de echarse el equipo en sus espaldas para subir la cuesta de la victoria!!!!
Todos merecen cariño, aquel que desde El Dátil se despojó de los prejuicios y guió a sus compañeros hacia la senda de la sonrisa hasta ese anónimo preparador, fisioterapeuta, psicólogo, médico. Juntos lograron la hazaña.
Es verdad, todos hicieron lo suyo. Pero él tiene tanto mérito que alejado del egoísmo lo reparte entre los suyos. Al fin y al cabo la pelota es un deporte de conjunto, emergiendo individualmente de manera insoslayable.
Número 54. Nombre Alfredo. Apellido Despaigne.
Cuando la esperanza parecía perderse, rescataste la confianza y trazaste el camino para tocar la gloria.
Miles de manos te aplauden. Miles de corazones te aman.
Un pueblo solo vitorea al héroe:
Eso eres tú Despaigne!!!.
No hay comentarios:
Publicar un comentario