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miércoles, 24 de septiembre de 2008

LOS OPORTUNISTAS DESMEMORIADOS

Un plato de comida no tiene el valor que posee la dignidad de una persona, aunque esta tenga carencias alimentarias.

Cuando alguien piensa que por tener el estómago vacío las personas deben asumir una posición genuflexa, está desconociendo una de las cualidades del ser humano y que radica en esa palabra que está al inicio de este comentario: dignidad.

En estos tiempos que corren, cuando las huellas de dos poderosos huracanes están siendo enfrentadas con el esfuerzo heroico del pueblo cubano, surge desde el norte, ese norte de tantas tempestades, una propuesta permeada por la hipocresía propia de los que se empeñan en borrar nuestros nombres del universo.

Como cubano experimenté una ira incontenible al enterarme de la propuesta yanki, para ayudarnos a resarcir los daños de los fenómenos atmosféricos y con la condición de enviar una comisión para observar los daños en el terreno.

De pronto, los exterminadores se convertían en mansas ovejas dispuestos a despojarse de parte de sus riquezas para aliviar el sufrimiento del pueblo de la Isla, tan dañado por la fuerza de los vientos y de las aguas…y de casi medio siglo de genocida bloqueo.

Nunca había visto tamaña canallada. Así, los que persiguen las transacciones cubanas por todo el mundo para impedir que lleguen los alimentos a la Isla, se nos mostraban ¨¨solidarios¨¨ mostrando una metamorfosis increíble, en relacion con sus posiciones de siempre.

En la llamada Ciudad del Sol, hoy más conocida como la Ciudad de la mafia, Miami, las voces se han ido elevando en tono y color.

Los amantes de las acciones terroristas, aquellos que han puesto bombas en hoteles y otras instalaciones, de pronto tenían un sentimiento de amor hacia el pueblo de Cuba al que le deben tres mil víctimas mortales por esos actos de horror con el objetivo de destruir a la Revolución.

De aquel lado se han escuchado voces de quienes han preparado atentados contra los líderes de la Revolución, de aquellos que han sobrevolado nuestro espacio aéreo en franca violación de la soberanía nacional, de los que entrenan en Los Everglades preparándose para atacar a la Isla. Esos tienen ahora preocupación por nosotros

Los mismos que han apoyado las medidas del presidente Bush, impidiendo los contactos familiares o decidiendo quién es o no familia de aquel, se nos presentan ahora como los posibles salvadores de nuestra tierra, a la que han querido arrasar de San Antonio a Maisí.

Si allá se han escuchado tales gruñidos, aquí en nuestra propia tierra también existen aquellos que piensan que debemos vender nuestra dignidad por un plato de lentejas.

Los de aquí asumen la misma posición de los que allá quieren vernos con la mano extendida, para presentarnos como los mendigos del siglo 21. Estos, los de aquí, son los oportunistas desmemoriados.

No tengo la menor duda de que ¨¨nuestros salvadores¨¨ en tierras del imperio quieren ver las imágenes que han llenado de escarnio a la humanidad y que tuvieron a Haití como centro de esas humillantes escenas de personas pisoteadas por las otras, luchando por la comida, ante la agresiva presencia de la punta de un fusil presto a utilizarse.

Aquí jamás tendremos necesidad de una ¨¨fuerza de paz¨¨, la paz de nuestra patria la aseguramos nosotros, los que vivimos, trabajamos, luchamos para hacerla mejor, a pesar de las presiones del Imperio y de sus perros falderos, los terroristas de Miami, quienes volverán a morderse la cola ante la resistencia del pueblo de Cuba.

Autor: David Rodriguez Rodríguez

EL SESO SIN SAXO DE PAQUITO

Hace pocos días se efectuó Nueva York una acción cultural diferente a las que de manera común se realizan en la cosmopolita ciudad norteamericana.

Se trataba de un concierto dedicado a los cinco jóvenes cubanos presos de manera injusta en penitenciarías de máxima seguridad de diferentes Estados de la Unión Americana, por combatir desde Estados Unidos el terrorismo contra el pueblo de la Isla que se gesta en la ciudad de Miami.

Creo, que de ser un hombre sincero, el primero que debió apoyar ese concierto es el Presidente de los Estados Unidos de América, el mismo que habló un día de aquellos sesenta oscuros países del mundo, y que dijo, además, que quien protege a un terrorista, también lo es.

Pero estas palabras no están dirigidas al saliente Presidente, sino a un excelente músico, que inició en Cuba sus estudios del saxofón y que llegó a convertirse en un virtuoso de su instrumento.

Este señor, Paquito de Rivera, publicó dias antes del citado concierto en el diario Nuevo Herald de Miami, una opinión en la que descaracterizaba a aquellos colegas suyos, artistas, por haber aceptado participar en ese evento cultural.

Paquito también calificaba a Gerardo Hernández, Ramón Labañino, Antonio Guerrero, René González y Fernando González, como unos ¨¨fascinerosos¨¨. Tamaña ofensa no puede quedar sin respuesta.

Es ahí donde yo afirmo que el seso se quedó sin saxo.

Cómo es posible que un artista de su renombre, que se supone bien informado, acuse de esa manera vil a esos valerosos jóvenes cubanos, que con su labor de vigilancia sobre las acciones terroristas que se urden en Miami, apartaron de la muerte a tantos en esta Isla y en el propio Estados Unidos?

Sabrá este controvertido músico y analfabeto político, que se ufana de hablar de esa manera acerca de esos cinco antiterroristas que los Cinco se pasaron 17 meses en el hueco sin saber de sus familiares?

Qué sensibilidad puede tener hacia sus semejantes alguien, que como él, ya del lado de los que intentan destruir a la Revolución Cubana, se exprese de esa forma hostil y poco ética?

Esos cinco jóvenes, que quizás jamás aprendan a tocar el saxo de la manera suya, SÍ han demostrado, luego de una década de cruel encierro, durante la cual dos de ellos no han podido ver a sus esposas, que TIENENmás SESO, más VALENTÍA, y más VIRILIDAD política que las que pueda exhibir un energúmeno carente de lo mas elemental: el amor al ser humano.

Resulta una paradoja que un artista de la música, le niegue a cinco hombres nacidos en la tierra que lo vio nacer, el derecho de ser recordados a través de la cultura, como lo que son,prisioneros políticos del Gobierno de Estados Unidos.

Ellos con cinco, pero acompañados de millones en todo el mundo, solidaridad que les llega diariamente a ellos en las cárceles donde se encuentran, pero Paquito no puede ver esa manifestación de amor hacia ellos, los fríos edificios de la ciudad neoyorquina, le impiden ver el sol que los ilumina en sus celdas de castigo.

Paquito ofendió en su comentario, en ese diario, que publica todo lo que vaya en contra del pueblo cubano, a dos grandes artistas latinoamericanos: a Danny Rivera y a Victor Victor, boricua uno, dominicano el otro. Ellos son dos caribeños con más notas afinadas que las que pueda exhibir el seso sin saxo de Paquito de Rivera.

Autor: David Rodríguez Rodríguez