Recientemente, nuestro post “Congreso en Cuba: trabalenguas para corresponsales” hizo que el corresponsal en Cuba del diario español El Mundo nos exhortara a profundizar nuestro conocimiento sobre la empresa Unidad Editorial, propietaria, entre otros medios, de ese periódico.
Afortunadamente, hemos podido acceder al documentado libro Traficantes de información, la historia oculta de los grupos de comunicación españoles de Pascual Serrano -editado en España por la editorial Foca (Akal)-, que tiene un capítulo dedicado a Unidad Editorial, del que hemos escogido algunos pocos fragmentos pero que recomendamos íntegramente por la cantidad de datos que aporta y lo interesante que resulta.
Unidad Editorial nace como resultado de la fusión de Grupo Recoletos y Unedisa en 2007. El grupo está presidido por la historiadora y académica Carmen Iglesias, quien fue tutora de la infanta Cristina en 1984 y después preceptora de Felipe de Borbón.
Sus medios impresos son los diarios El Mundo, Expansión, Estadio Deportivo (, Diario Médico y Gaceta Universitaria y las revistas y semanarios Metropoli, Magazine y El Cultural, Fuera de serie, Telva y Yo Dona, Actualidad Económica, ARTE y La Aventura de la Historia, MarcaMotor y Golf Digest, Xbox 360, y Correo Farmacéutico; además posee las editoriales españolas La Esfera de los Libros y Siete Leguas.
Sus negocios audiovisuales son Radio Marca, Unión Liberal de Radio -de la que es socio al 45%, junto con Libertad Digital (55%)-, posee una frecuencia en la comunidad de Madrid, por la cual emite la radio de Libertad Digital, esRadio, desde septiembre de 2009, Veo TV que opera dos canales (Veo7 y AXN) y un tercero, calificado de servicio adicional, llamado Tienda en Veo. En Veo7 tiene un acuerdo con Libertad Digital para emitir la tertulia de Jiménez Losantos de su programa esRadio. AXN, aunque con licencia de Unidad Editorial, era propiedad de Sony Entertainment Televisión (SET). En mayo de 2010 un acuerdo entre Mediapro, Unidad Editorial y SET permitió que AXN se sumara a la plataforma de TDT de pago impulsada por Mediapro. Entre sus medios locales, se encuentra el canal EM2 para Madrid. El grupo también cuenta con la productora El Mundo TV, encargada de los programas de investigación y de perfil más periodístico; Mundo Ficción, destinada a realizar los proyectos de ficción; y EM3, dedicada a desarrollar programas de entretenimiento.
En el libro de Serrano se recoge tanto la historia de Recoletos como de Unedisa pero en aras de la brevedad nos concentraremos sólo en la de Unedisa y el actual director de El Mundo, Pedro J. Ramírez.
Unedisa
Unedisa aportó al Grupo Unidad Editorial el diario El Mundo, la publicación femenina Yo Dona, las revistas Descubrir el Arte y La Aventura de la Historia, el Canal Mundo Producciones Audiovisuales y la editorial La Esfera de los Libros.
La empresa se constituyó en 1989, después de que Pedro J. Ramírez y Alfonso de Salas fueran destituidos de sus puestos en el Grupo 16, según denunciaron, por motivos políticos debido a sus investigaciones críticas contra el Gobierno de Felipe González. El 23 de octubre de ese año sale a la calle el gran proyecto de Unedisa, el diario El Mundo. Los responsables intentaban presentar el proyecto como colectivo y participativo. Afirmaban que “el capital del periódico está fragmentado en participaciones inferiores al 10%, distribuidas entre más de 400 accionistas (buena parte de ellos empleados de la propia empresa)”[1]. Roberto Montoya, hoy ya fuera del periódico, fue responsable de Internacional, afirma que “El Mundo nunca fue algo parecido a una cooperativa. El banquero Mario Conde fue el primero o uno de los primeros accionistas. Los directivos, gente como Pedro J. Ramírez, Alfonso de Salas (en la parte económica), J. Fernández, Alfonso Rojo y el resto de fundadores, tenían un paquete de acciones y ofrecieron a los curritos comprar participaciones, pudiendo pagarlas de sus propias nóminas, pero los trabajadores nunca tuvieron un porcentaje significativo. Jamás hubo espíritu de cooperativa, ni a nivel de las decisiones económicas ni a nivel de la línea editorial ni nada de nada”[2].
En 1991, el grupo italiano Rizzoli-Corriere della Sera (RCS) adquiere el 45% del capital. Los directivos y profesionales acumulaban un 26% y Banesto (Mario Conde) un 4’5 %. Tal y como alardeaban en el diario, “El Mundo se había convertido, entre tanto, en elemento determinante de la vida española como consecuencia de sus revelaciones sobre los casos Filesa, Ibercorp, GAL, Fondos Reservados o Cesid”[3]. El 28 de noviembre de 1998 El Mundo y el Grupo Recoletos establecen una gran alianza estratégica por la que Recoletos adquirió entre el 20% y el 30% del capital de Unidad Editorial y se adhirió al pacto entre el Grupo Rizzoli y los fundadores de El Mundo.
El periodista José Díaz Herrera cuenta en su libro Pedro J. Ramírez al desnudo, el pelotazo que algunos directivos del periódico hicieron en este periodo con los trasvases de accionariado. Conocedores los componentes del núcleo dirigente del diario del interés de Recoletos por comprar acciones de El Mundo, crearon una sociedad de inversiones con el objetivo de adquirir el pequeño paquete que tenían algunos de los profesionales al 200% de su valor nominal. Así lo cuenta Díaz Herrera:
Otros muchos periodistas ajenos al “chanchullo” que se traían entre manos Pedro J. Ramírez y Alfonso de Salas, cuya lista se haría interminable, se desprendieron de los títulos adquiridos en 1989 y 1991 para que “El Mundo fuera suyo”. Endeudados hasta las cejas en algunas ocasiones para que nadie arrebatara a la sociedad el derecho a recibir información libre y pluralista, forzados a vender antes de tiempo porque nadie les informó de los “manejos” de sus jefes, su esfuerzo se convertía a partir de 1998/1999 en un negocio de cuatro espabilados[4].
En opinión de Díaz Herrera,
la compra de la participación de El Mundo por Recoletos escondía en realidad uno de los mayores “pelotazos” de la prensa española de los últimos años para unos pocos elegidos. Así, mientras una parte de la redacción vende anticipadamente sus títulos al 200 por ciento al carecer de información privilegiada, los “jefes” lo hacen al 520 por ciento y los super-jefes, el núcleo duro, esperan al 2002 o 2003 y obtuvieron plusvalías de 1.900 por ciento e incluso más[5].
El Grupo Rizzoli mantendrá, con su participación del 45% en el capital de Unidad Editorial, su condición de principal accionista. Entre los negociadores del acuerdo se encontraba Cesare Romiti, recién nombrado presidente del Grupo Rizzoli, tras dejar la presidencia de Fiat. Según informó El Mundo, “Romiti se ha implicado personalmente en la negociación de los acuerdos dentro de su nueva etapa de activa dedicación a la empresa periodística”[6]. Dos años después, mientras seguía siendo presidente de Rizzoli, Cesare Romiti fue condenado en Italia, en firme, a once meses y diez días de prisión por “falsedad contable“ relativa al periodo en el que fue directivo de la Fiat. La condena terminaría anulada gracias a las reformas legales introducidas por Berlusconi por las cuáles la falsedad contable dejaba de ser delito.
Más tarde, en 2003, Recoletos vende a Rizzoli su 30% de acciones de Unedisa, lo que convertía a los italianos en propietarios del 87% de la editora de El Mundo. En esa época, algunos otros altos directivos del periódico pegaron otro “pelotazo” vendiendo sus acciones, ahora a los italianos. Por ejemplo Pedro J. Ramírez, se embolsó “entre 1999 y 2003 alrededor de 2.000 millones de pesetas por la venta de los títulos que le correspondían por la autocartera de Unidad Editorial y otros propios”[7]. Así lo explica Juan Carlos Escudier, uno de los periodistas de El Mundo que vendió sus acciones antes de que llegasen Recoletos y Rizzoli con el talonario.:
Ramírez conoce, porque es un periodista de una pieza, que los accionistas italianos de su medio van a comprar en un plazo de meses acciones del periódico con una prima del 500%. ¿Qué hace el avispado informador? Ofrece a algunos trabajadores de El Mundo, a través de una sociedad instrumental en la que figura él mismo, comprar esos mismos títulos al 200%. La libertad de mercado es uno de los pilares de la libertad de expresión[8].
No fue Pedro J. el único que hizo negocio. Según revela José Díaz Herrera, Balbino Fraga -uno de los fundadores- vendió unas acciones que le costaron poco más de 79 millones de pesetas por 1.500 millones; y Juan González y Alfonso de Salas vendieron las suyas por dos mil millones[9].
Según el Registro Mercantil, en diciembre de 2007 los italianos de RCS MediaGroup quedan como propietarios del 96’43% de las acciones, dato que no aparece en la web de Unidad Editorial. Como accionista de una cantidad indeterminada se encuentra el empresario español Pedro Ballvé Laterno, presidente del Grupo Campofrío. Así se puede entender las complacientes entrevistas que publicaban El Mundo en marzo de 2008[10] y Expansión en diciembre del mismo año[11], o informaciones del tipo “Ballvé da un golpe de mano en el mercado cárnico europeo”, “Campofrío se convierte en el principal grupo de Europa y uno de los cinco mayores del mundo tras su fusión con el grupo Smithfield Foods”[12]. Otro accionista minoritario es Parques Reunidos de Madrid.
Es el momento de recordar lo que decía el editorial de El Mundo el día de su aparición, 23 de octubre de 1989:
El Mundo será en la práctica de sus lectores porque los trescientos accionistas que hemos construido su capital social lo hemos hecho concurrriendo a un proyecto cuyas reglas de juego están nítidamente definidas de cara a garantizar su independencia.
El Mundo no tiene “amo”, y por eso jamás utilizará la información como elemento de trueque u objeto de compraventa en el turbio mercado de los favores políticos y económicos.
Ocho años después el resultado está en las antípodas de aquellas declaraciones. Un gran grupo empresarial extranjero es el dueño del periódico y los que iniciaron el proyecto se han forrado especulando con las acciones o se han visto obligados a vender. Veamos ahora quienes son los “amos” de Unidad Editorial, esos que decían en El Mundo que nunca tendrían.
Pedro J. Ramírez
Cofundador y actual director de El Mundo. Miembro de la Junta de Fundadores de Unidad Editorial.
Casi setecientas páginas necesitó su biógrafo José Díaz Herrera en 2009 para desgranar la actividad periodística -y más que periodística- del director de El Mundo en el libro Pedro J. Ramírez al desnudo[13]. Y no es el único libro, Eduardo Martínez Rico escribiría también Pedro J. Tinta en las venas, en 2008, y anteriormente, en 1995, Esther Esteban, El tercer hombre. P.J. la pesadilla de F.G..
Desde 1980, cuando con 28 años le nombraron director de Diario 16, ha sido director de periódico. Según Díaz Herrera, “desde Mariano José de Larra, no ha existido en España un periodista más conocido y con más poder que él, (…) ha puesto y quitado ministros y presidentes de Gobierno a su antojo, tiene en sus manos a banqueros y a grandes empresarios”. Según el biógrafo, “mientras los ejecutivos de Rizzoli-Corriere della Sera entraban a pares en la cárcel San Vitore de Milán -y salían con la misma facilidad-, Ramírez se empeñó en España durante 14 años en criminalizar a toda una clase política…”.
Entre 1975 y 1980 trabajó en ABC y el 17 de junio de 1980 fue nombrado director de Diario 16. Le cesaron el 8 de marzo de 1989 y seis meses después puso en marcha el diario El Mundo[14]. Su papel en la caída del Gobierno de Felipe González tras numerosos escándalos de corrupción y los crímenes del terrorismo de Estado fue fundamental. Pedro J. Ramírez siempre estuvo en el ojo del huracán. Ha destapado tantos escándalos como ha protagonizado y nunca ha ocultado su interés por influir en políticos y gobernantes. Pocos dudarán en considerarlo el periodista más influyente de España[15]. El periodista y ex-presidente de El Periódico, Antonio Franco, dijo que “Pedro J. encarna muy bien estos periodistas que se erigieron como un símbolo para intentar ser los directores espirituales de la política de este país por encima de la gente escogida democráticamente”.
La mayoría de los que le conocen -políticos incluidos- coinciden en que no se puede definir una clara ideología política en el director de El Mundo. El senador del PNV Iñaki Anasagasti afirmó que “la ideología de Pedro J. es la de vender periódicos. No tiene otra”. José Díaz Herrera recuerda que quien hizo bandera periodística de la denuncia de los GAL y su relación con el gobierno de Felipe González, años antes “pidió primero que el Ejército, al margen de las instituciones, acabara con ETA[16], después pretendió la pena de muerte para los terroristas[17] y, por último, escribió decenas de artículos y editoriales defendiendo a los GAL”.
Pedro J. no sólo ha sabido moverse bien en el periodismo y la política, sino también en los negocios como hemos visto en los movimientos accionariales de su periódico. En la actualidad posee un 1% de acciones de Unidad Editorial, pero se trata de una participación a la que no le preocupa la evolución económica del grupo. Tiene un contrato de sindicación de sus acciones con Rizzoli con una cláusula especial, mediante la cual, si se marcha de la empresa o es despedido, sus títulos pasarán a ser adquiridos por Corriere della Sera al 3.000% de su valor facial[18]. Porque para llevar un periódico hay que saber mucho más que periodismo.
Resulta lógico que con esas formas de trabajo, tiburoneo y especulación financiera, los valores del socialismo cubano sean cosas de otra galaxia para estos “traficantes de información” que ellos nunca podrán comprender ni tolerar.
Notas:
[1] Historia del diario El Mundo y su acuerdo con Recoletos. El Mundo. Sin fecha http://www.elmundo.es/sociedad/unidadeditorial/grupopromotor.html
[2] Roberto Montoya, entrevista con el autor. Mayo 2010
[3] Historia del diario El Mundo y su acuerdo con Recoletos. El Mundo. Sin fecha http://www.elmundo.es/sociedad/unidadeditorial/grupopromotor.html
[4] Díaz Herrera. Pedro J. Ramírez al desnudo. Madrid, Foca, 2009
[5] Díaz Herrera. Pedro J. Ramírez al desnudo. Madrid, Foca, 2009
[6] Historia del diario El Mundo y su acuerdo con Recoletos. El Mundo. Sin fecha http://www.elmundo.es/sociedad/unidadeditorial/grupopromotor.html
[7] Díaz Herrera. Pedro J. Ramírez al desnudo. Madrid, Foca, 2009
[8] Escudier, Juan Carlos. “Lecciones de Pedro J.”. El Confidencial. 1-5-2008 http://www.elconfidencial.com/cache/2008/05/31/66_lecciones_pedro.html
[9] Díaz Herrera. Pedro J. Ramírez al desnudo. Madrid, Foca, 2009
[10] El Mundo, 23-3-2008 http://www.elmundo.es/2008/03/23/mercados/2350727.html
[11] Expansión, 19-12-2008 http://www.expansion.com/2008/12/19/empresas/1229716420.html
[12] El Mundo, 6-7-2008 http://www.elmundo.es/2008/07/06/mercados/2445004.html
[13] Díaz Herrera, José. Pedro J. al desnudo. Madrid, Akal, 2009
[14] Se puede acceder a la biografía publicada por su diario aquí http://www.elmundo.es/opinion/biografias/pedro-j-ramirez.html
[15] El director de El Mundo Pedro J. Ramírez, junto con Marta Robles, publicó en 1991 un libro relatando su visión de la historia del periódico. El título ya es significativo de su ego: Pedro J. Ramírez. El Mundo en mis manos (Grijalbo).
[16] Ramírez, Pedro J. “La ETA y el Ejército”. ABC, 27-5-1979
[17] El periodista Fernando Jáuregui relata que Pedro J. Ramírez defendió en un consejo de redacción de Diario 16 la idea de pedir la reimplantación de la pena de muerte para los terroristas. Citado en Díaz Herrera, José. Pedro J. Al desnudo. Akal. Madrid, 2009
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